Las bolsas compostables están fabricadas con fécula vegetal y no producen residuos tóxicos. El compostaje implica que una vez las bolsas compostables son rechazo se degradan biológicamente produciendo dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y biomasa, sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles. Se convierten en compost, abono orgánico, a través de la acción del hombre. El hecho de que se puedan convertir en abono orgánico, hace que los materiales compostables sean muy útiles en determinadas industrias y sectores.